jueves, 24 de junio de 2010
Mas zarparán todos los barcos
hacia la lejanía de un horizonte inédito
bajo los cúmulos de sombra de este mundo de aquí
ya tumefacto, ajado, desabrido;
partirán , puede ser, en busca de la luz
de un alba diferente.
Me quedaré en el puerto preso de la derrota,
perplejo y arrasado de llanto solitario
sin haber entendido la gris oscuridad de la tormenta
que ha azotado la costa,
la densa opacidad de su amargura,
sentado sobre el muelle, la mirada perdida
sobre el líquido abismo, verde oscuro,
que me llama en silencio
bajo los pies helados.
A. Piquer (6.10)
domingo, 13 de junio de 2010
viernes, 11 de junio de 2010
Agua y Fuego.
Wasser Feuer. Franz Von Stuck
Cuando eres agua pasas de largo
apenas rozas mi piel que ha sido
límite de mi orfandad no transgredida.
Jamas empapas de sudor las noches
nunca has saciado esta sed vertical
ya fría y desplomada.
Cuando eres fuego eres infierno
que destruye y que abrasa,
que calcina mi cielo y que acecha mi huida,
monstruoso reptil que me encierra
dentro de sus anillos,
dentro de sus anillos,
vacia la mirada de piedad,
jauría que me acosa,
oscuridad que envuelve mi despojo
A. Piquer
viernes, 4 de junio de 2010
PENELOPE.
Adolphe Bouguereau. Penelope. 1891
PENELOPE
I.-
Y así te hallo,
de improviso, impensada;
tendida en la penumbra secreta del silencio
en un resquicio detenido del mundo.
Y así te hallo,
dormida tras el llanto
inconsolable al escuchar, terrible,
el lamento de agonía
del dios en que creíste,
rendida de cansancio, apenas
invadida del encaje plateado
que tejes en tu telar de sombra,
deshecha ya una parte del sudario
con que engañas al tiempo;
todavía esperando
al harapiento huésped
que regresa sin nombre
hastiado de naufragios.
II.-
Porque tejes con hilo de silencio
en un telar de sombra
y lanzas sin descanso el huso
de tu dolor ya largo
entre las horas vacías del insomnio
y los que amaste un día
partieron hacia el último sueño
o sucumbieron a la promesa vana
de la planta secreta
que produce el olvido.
Solamente las notas desoladas
de un réquiem acompañan
el viaje de tus lágrimas
entre la oscura urdimbre
de la leyenda antigua de un sudario
tejido y destejido.
III.-
Y me alzo del lecho
como ángel oscuro
furtivo y derribado
que huye mientras duermes
exhausta,
recogidas las alas que me esconden
y siembran en su fuga
un rastro ensombrecido
de fragmentos.
A.Piquer
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