...Con la feliz cigarra
Recital poético entre los Grupos Tintaviva de Telefónica , Verbo Azul de Alcorcón y Grupo de Poesía del Círculo de Bellas Artes.
26 de Mayo 2010 20.00 h
Sala de Juntas 3ª Pl. Círculo de Bellas Artes c/ Marqués de Casa Riera 2 Madrid
miércoles, 19 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
Fernand Khnopff. La Esfinge 1896
Mi fe, mi escasa fe te brindo
cuando son tus sentidos
los que escalan mis muros arruinados
y buscan sus resquicios
de piedra descarnada, inerme, envejecida,
para cubrirlos de azuladas hiedras.
Mi olvidada esperanza
que busco en los rincones
con ansiedad y prisa
antes de que desistas y apresures el paso.
El nido aun incipiente
donde ha roto su cerco un ave diminuta
cernida de rapaces.
La mirada serena en apariencia
que aun teme tu zarpazo moteado
de felino al acecho;
la penumbra que ocupan, resonantes,
soterradas tinajas donde se abisman
envejecidas pócimas,
púrpuras, transparentes;
y nublan mi deriva de navío sin norte;
la sombra que enflaquece mis fuerzas.
Te lo ofrezco tambien.
Pero aun fe, amor, te ofrezco; fe, aun;
oh sí, tal vez mía, tu, lejana!
Porque conservo un refugio a la amenaza,
poseo un antídoto al veneno:
mi tristeza de siempre, mi tristeza
guardada por si acaso volviesen
los días del invierno persistente
cuando ya te hayas ido
erradas mis respuestas,
y yo haya regresado a las tinieblas.
A. Piquer 2004
Mi fe, mi escasa fe te brindo
cuando son tus sentidos
los que escalan mis muros arruinados
y buscan sus resquicios
de piedra descarnada, inerme, envejecida,
para cubrirlos de azuladas hiedras.
Mi olvidada esperanza
que busco en los rincones
con ansiedad y prisa
antes de que desistas y apresures el paso.
El nido aun incipiente
donde ha roto su cerco un ave diminuta
cernida de rapaces.
La mirada serena en apariencia
que aun teme tu zarpazo moteado
de felino al acecho;
la penumbra que ocupan, resonantes,
soterradas tinajas donde se abisman
envejecidas pócimas,
púrpuras, transparentes;
y nublan mi deriva de navío sin norte;
la sombra que enflaquece mis fuerzas.
Te lo ofrezco tambien.
Pero aun fe, amor, te ofrezco; fe, aun;
oh sí, tal vez mía, tu, lejana!
Porque conservo un refugio a la amenaza,
poseo un antídoto al veneno:
mi tristeza de siempre, mi tristeza
guardada por si acaso volviesen
los días del invierno persistente
cuando ya te hayas ido
erradas mis respuestas,
y yo haya regresado a las tinieblas.
A. Piquer 2004
viernes, 7 de mayo de 2010
Forever young
Tal vez podría plegar la línea del tiempo
acercar sus extremos
convertirla en un círculo
quiza en una espiral
sonora caracola del cosmos insondable,
tal vez hacer con ella un lazo
y adornar un regalo
que floreciese como una rosa de vientos
para guiarnos a través del misterio;
volver el tiempo atrás
y viajar al pasado
a resolver los grandes enigmas de la historia
conocer en persona a los héroes y los santos
a los grandes guerreros y a los sabios
a Napoleón, a Buda, a Jesucristo.
Pero me bastaría regresar a esta mañana,
cuando cundió el silencio entre nosotros,
a decirte: “lo siento”.
A. Piquer 2002
Sin máquinas del tiempo
ni artilugios extraños,
sin la añoranza inutil por lo que ya ha pasado,
no será necesario que os conmine
camaradas , a ser por siempre jóvenes.
Porque es nuestro el secreto
que obsesionaba a Fausto
porque nos pertenece
la luz de las palabras que iluminan abismos
de tiempo sin medida,
palabras como llaves que abren todos los mundos
y que invierten el tiempo en términos reales;
es nuestro el sortilegio, la alquimia,
ese misterio que mantiene por siempre
nuestro espíritu vivo
porque es vuestra y es mía la palabra
honda y veraz, eterna del poema.
A. Piquer 2002
Tal vez podría plegar la línea del tiempo
acercar sus extremos
convertirla en un círculo
quiza en una espiral
sonora caracola del cosmos insondable,
tal vez hacer con ella un lazo
y adornar un regalo
que floreciese como una rosa de vientos
para guiarnos a través del misterio;
volver el tiempo atrás
y viajar al pasado
a resolver los grandes enigmas de la historia
conocer en persona a los héroes y los santos
a los grandes guerreros y a los sabios
a Napoleón, a Buda, a Jesucristo.
Pero me bastaría regresar a esta mañana,
cuando cundió el silencio entre nosotros,
a decirte: “lo siento”.
A. Piquer 2002
Sin máquinas del tiempo
ni artilugios extraños,
sin la añoranza inutil por lo que ya ha pasado,
no será necesario que os conmine
camaradas , a ser por siempre jóvenes.
Porque es nuestro el secreto
que obsesionaba a Fausto
porque nos pertenece
la luz de las palabras que iluminan abismos
de tiempo sin medida,
palabras como llaves que abren todos los mundos
y que invierten el tiempo en términos reales;
es nuestro el sortilegio, la alquimia,
ese misterio que mantiene por siempre
nuestro espíritu vivo
porque es vuestra y es mía la palabra
honda y veraz, eterna del poema.
A. Piquer 2002
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