Si yo fuese la noche
secuestraría el tiempo de tu sueño y aun dormida, cuando lo más sublime
habita en el sosiego de tu menteviviría contigo otra existencia oscura
pero libre y alada en la calma del mundo.
Y apoyarías rendida tu cabeza
en mi hombro sombrío
estremecida de amor entre mi abrazo
cada nuevo crepúsculo y las estrellas brillarían
sobre tus párpados cerrados…
Si fuese yo la noche te elevarían mis alas
apagadas sin que tus pies tocasen
la aspereza hiriente de la tierra.
Si yo fuese la noche
y el sueño fuese olvido, inconsciente reposo
y lapso de la vida y la memoria…
Si esa fuese la única forma de tenerte conmigo
inmersa en el arrullo de la líquida
ensoñación perenne de los días del pasado
cuando también me amaste,
yo sería la noche para siempre,
donde los sueños ya nunca se terminan
la eterna noche de la que no es posible
volver a despertarse.
Sept 10
Cupido. Annie Swynnerton (1844 - 1933)
1 comentario:
Es una belleza. Un poema de amor rendido y sublime, sin un ápice de vanalidad o de campos poéticos ya usados.
La noche o la noche eterna, según convenga a la entrega.
"te elevarían mis alas
apagadas sin que tus pies tocasen
la aspereza hiriente de la tierra."
Esto es retador para un alma femenina :o)
Un beso
((y gracias... por el opio que añoraba))
Laura
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