Si el arte pudiera quizá representar
las costumbres y el espíritu
no habría una tabla más bella
sobre la tierra
(D. Ghirlandaio. Retrato de Giovanna Tornabuoni)
Contemplabas el cuadro de una santa
admirable que soportó un suplicio,
colgado en la penumbra del museo.
Si acaso la pintura evocase la imagen
de su virtud y el fondo de su espíritu
ningún cuadro mas bello se vería
en la faz de la tierra.
Ella que no necesitaba sobre el cuello
el collar de coral de cuentas rojas;
ella, más sabia que cincuenta sabios
de la vieja biblioteca alejandrina,
o Hiparco de Nicea de todas las estrellas
que brillan en la bóveda celeste.
Ella , más gentil que Artemisa,
la hija iluminada de Orazio Gentilleschi,
como si solo Apeles, Rafael o Leonardo,
el etéreo sfumatto de un maestro lombardo,
dar noticia fehaciente de los rasgos sutiles
de esta santa virtuosa por encima del tiempo.Y ella eras tú.
De pie ante el lienzo antiguo,
tú enajenada, aislada del dolor
y del mundo; quebrada ya a tus pies
la rueda inacabable del martirio;
Como si hubiese ante ti un espejo
de lino y de color al óleo;
tú, igualmente bella. F.Yañez de Almedina. Sta. Catalina. 1510. Prado
A.Piquer. Ago 10
1 comentario:
¡Qué bien que tengas aquí los dos poemas!
Este me encantó porque describe perfectamente esa atmósfera que envuelve a quien contempla. La belleza de un óleo puede ser envolvente. Es la descripción de uno de los actos más mágicos de comunicación.
Besos.
Laura
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