Olvido.
Crepuscular y azul la tarde se oscurece
y entre lavandas danzan los pasos del olvido;
por el olvido la tierra pronuncia su palabra de sueño
y aún late en la distancia que ninguna mirada
abarca ya y flota melancólica en el aire sin límite,
en el espacio amoratado y lívido;
En el alma se incrusta como una sombra extraña
la solitaria imagen del paisaje cubierto
de jirones de niebla a los que su inocencia
cárdena se aferra aún, conciencia destruida,
borrosa huella tenue de todos los recuerdos.
Solo él, su desolada ausencia , su ácido hematoma
impregna de vacío y tristeza la memoria
como si fuese un dios violeta que agoniza.
1 comentario:
El olvido, su olvido.
Me encantó esto: "conciencia destruida". Es una imagen tan precisa que en los últimos versos, la lectura se personaliza. Todos tenemos a alguien a quien olvidamos... supongo que es eso.
Quizás ahí radica la elevación del poema.
Besos.
Laura
Publicar un comentario