“ Daba voces llamando a los otros
que poblaban las cuevas por las cumbres en torno…”
Llamas a tus hermanos los que ven como tu
con la mirada única del que guarda celoso,
para sí, el rebaño de las propias razones
como el inmóvil rostro horadado y barroco
de un antiguo monarca tallado en la caliza,
insensible a la lluvia y al crepúsculo.
Porque para llorar son precisos dos ojos,
porque para vencer inclemente el insomnio
es necesario un lecho de perdón y sosiego,
escondrijo de hediondos despojos
donde la luz perece enfrentada y lejana
y donde ya no buscas, ebria y enceguecida,
sino la lenta , dura , meditada venganza.
Porque esto ya es guarida habitada de bestias
hollada de alimañas víctimas de ceguera
como rebaño torpe de vellón enfangado
al que he de asirme oculto para huir de este antro
de años dilapidados, el argumento único
al mordisco salvaje de soberbia y silencio
con que engulles el tiempo y la esperanza.
cómplice que pagase la mano hospitalaria
compañero en la senda sobre el sombrío océano
y solo hubo naufragio.
Porque si tus hermanos acaso preguntasen
quien pasó por tu vida, quien quiso ser tu amante
y perdonó la deuda de tu férrea cárcel
diles que no encontraron tus labios a los míos,
que tu mirada única nunca encontró mis ojos,
que no hubo aliento tibio de la piel y los besosporque el mísero naufrago que escapó de tu isla
no era mas que una sombra, un sueño, no era nadie.A.Piquer Mar. 10
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