El hilo que me has
dado y que me guía
para escapar
indemne de la bestiaque acecha dentro del laberinto.
Tu palabra lejana que se trenza a tu risa
y hiere mortalmente al minotauro
de soledad tenaz que me habitaba.
Tu hilo de sol, de sonido de olas que lleva
hasta la playa donde fulge la espuma,
ya fuera de estos lóbregos muros;
el agua y su latido azul que golpea
obstinada la oscuridad y el miedo;
tu voz en la distancia, tu hilo de luz,
el mar, el mar de pronto.
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