Judith y Holofernes
Porque soy, lo confieso, el desolado templo
el santuario perdido donde está ausente
desde un tiempo proscrito,
la deidad ancestral que lo habría habitado;
donde no se recuerda
el mínimo vestigio de algún antiguo culto,
la ennegrecida mancha ya seca de la sangre
de oscuros sacrificios.
Porque soy solo un llanto perenne de malezas
y raíces airadas bajo las que se esconde
el derribado altar de enterradas liturgias,
la entristecida imagen de un ídolo caído,
olvidado proyecto , precipitado Icaro
bajo el astro inclemente de tu desdén ateo;
Yo el dios que nunca alzaste,
apoteosis rota, decapitada efigie
para siempre abatida.
Alfredo Piquerel santuario perdido donde está ausente
desde un tiempo proscrito,
la deidad ancestral que lo habría habitado;
donde no se recuerda
el mínimo vestigio de algún antiguo culto,
la ennegrecida mancha ya seca de la sangre
de oscuros sacrificios.
Porque soy solo un llanto perenne de malezas
y raíces airadas bajo las que se esconde
el derribado altar de enterradas liturgias,
la entristecida imagen de un ídolo caído,
olvidado proyecto , precipitado Icaro
bajo el astro inclemente de tu desdén ateo;
Yo el dios que nunca alzaste,
apoteosis rota, decapitada efigie
para siempre abatida.
http://www.bible-art.info/Judith.htm
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